Hola a todos. Por fin estamos en Madrid. La vuelta ha sido un poco dura para los Marbella. Parece que estos coches definitivamente solo quieren pistas, baches y pedrolos, porque en cuanto los sacas de ahí, parece que les sale todo.
Como ya os contamos el Rock & Panda rojo había tenido problemas de encendido al salir de Essaouira por la humedad. El domingo en la subida hacía Tanger no dio problemas, pero a 200 kilómetros de salir, entre Casablanca y Rabat paramos en una gasolinera y el Rock & Panda blanco, envidiosillo el, decidió que quería empezar a calentarse. Por si no fuera suficiente, también decidió que la rueda que nos repararon en Zagora con una cámara ya había hecho bastantes kilómetros de asfalto y tocaba pinchar de nuevo. Después de revisarlo y aparecer por allí dos Marroquíes que tenían una grúa de asistencia en carretera parecía que iba a ser algún poro en la junta de la culata, porque salía bastante espuma en el liquido al abrir el tapón del radiador. Después de pensarlo y regatear el precio (como siempre) de los 1000 Dirham iniciales dejamos el precio en 700 incluyendo grúa a un pueblo a cinco kilómetros, el cambio de la junta de la culata y la reparación de la rueda (sino habríamos tenido que volver a poner las de tierra, porque no llevábamos de repuesto de carretera).
Llegamos a los arrabales del pueblo en cuestión, a la zona de talleres, y el mecánico decidió que no le apetecía mucho trabajar, así que nos quito el muelle del termostato diciendo que se había bloqueado y que con eso estaba solucionado. Al final, después de probar el coche, y comprobar que saltaba el electroventilador, nos convencimos a nosotros mismos de que estaba arreglado y tras volver a negociar el precio, dado que había sido bastante menos curro, conseguimos hacer una pequeña rebaja a 600 Dirhams (unos 60 euros) y tiramos para adelante, porque teníamos que llegar a coger el Ferry, que pensábamos que lo perdíamos.
Después de un rápido bocadillo en un área de servicio conseguimos llegar a Tanger, pensando que perdíamos el Ferry, pero como finalmente salia el ultimo una hora mas tarde de lo que pensábamos tuvimos algo menos de agobio. Ya a la entrada del barco, nos dimos cuenta de que la reparación solo iba a ser un parche, pero como a Algeciras llegábamos seguro, nos relajamos ya un poco.
Justo al embarcar aparecieron los dos equipos de Castellón, con los que hicimos el viaje y nos quedamos todos en el mismo hostal de Algeciras. Como casi todos los equipos, había algún mecánico entre ellos, y en el barco hablando del problema nos aconsejaron quitar la goma del tapón del radiador para que cogiera menos presión el circuito, darle al electroventilador todo el rato, llevar la calefacción puesta y tirar para Madrid, convencidos de que finalmente llegaríamos.
A la mañana siguiente (ayer lunes), y después de echarle otra media hora para arrancar el Rock & Panda rojo, al que ya hemos visto que no le podemos llevar a la costa porque no le gusta la humedad, tiramos para Madrid. Optamos por subir por la carretera de Extremadura para evitar los puertos de la de Andalucía, y sin forzar el coche llegamos hasta Madrid por los pelos. Por el camino paramos a echar un bote de tapafugas que llevábamos, por si hacía algo.
Al entrar en la Radial 5, a 50 kilometros de casa, el coche empezó a perder compresión, y llego justito a Vallecas, prácticamente sin fuerza en tercera. Tampoco se le puede pedir más, después de haber hecho 1000 kilómetros con la junta de culata en mal estado. El caso es que finalmente los dos coches y sus cuatro ocupantes han llegado perfectamente a Madrid.
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